martes, 25 de octubre de 2011

Sindrome y Cefalea Tensional*


    Hay enfermedades y padecimientos que en la actualidad han incrementado su
    incidencia (casos nuevos) y su prevalencia (cantidad de casos acumulados)
     
    Probablemente una de esas dolencias es el SINDROME TENSIONAL causado
    por stress.
     
    Si bien el dolor de cabeza es un síntoma importante, no es el único en
    éste conjunto de sintomas.
     
    Los pacientes concurren por presentar zumbidos en los oidos que no les
    permiten descansar de noche y tampoco concentrarse en sus tareas habituales.
     
    *Los zumbidos (acúfenos)* son como silbidos permanentes que en general (no
    siempre) cambian de intensidad. En ocasiones el paciente en medio de un
    fuerte zumbido siente que se le tapona el oido, como si estuviera escuchando
    desde lejos.
     
    Al investigar estos casos, se descubre que el zumbido está asociado a
    otros síntomas:
     
    *dolor de nuca:* el paciente siente una fuerte molestia, o dolor o
    simplemente contractura en la parte alta de la nuca, donde ésta se une a la
    cabeza. A la vez, expresa que cuando gira la cabeza siente ruidos de huesos
    a ese nivel.
     
    *dolor de cabeza :* muchos pacientes sienten dolor de cabeza (cefalea) en la
    frente pensando que tienen sinusitis o un tumor de cabeza. En general
    quienes padecen dolor de cabeza lo hacen frecuentemente, esto es varias
    veces a la semana o todos los días. Lamentablemente en ocasiones son
    tratados como si tuvieran sinusitis. La causa del dolor de cabeza en estos
    casos es la compresión del nervio suboccipital de Arnold que emerge de entre
    la primera vértebra cervical y el occipital y luego recorre la cabeza de
    atrás hacia adelante llegando a la frente. Por ello cuando el nervio es
    comprimido atrás produce un dolor neurálgico en la frente donde determina su
    recorrido.
     
    Ante un paciente con estos síntomas el médico debe investigar la presencia
    de un sindrome tensional, cuya importancia es tal que su diagnóstico y
    ulterior solución brindará un alivio importantísimo en la vida del paciente.
     
    Si un paciente tiene acúfenos tipo silbidos, dolor de nuca, dolor de cabeza
    en la frente, 'ruidos de huesos' en la nuca al girar la cabeza, se está casi
    con seguridad ante un sindrome tensional.
     
    Se debe preguntar por otros síntomas que no siempre están presentes, pero
    que de estarlo indican un estado avanzado del sindrome:
     
    *acroparestesias:* son parestesias (hormigueos) en las extremidades,
    frecuentemente en las manos. Se presentan habitualmente al estar acostado en
    la cama y no son muy frecuentes, pero orientan al médico para completar el
    diagnostico del sindrome tensional y evaluar su grado de avance.
     
    *Mareos:* se trata de sensación de inestabilidad que al paciente le cuesta
    explicar definidamente. No es como el vértigo, que es una sensación
    rotatoria, sino que es una sensación de estar caminando sobre algodones o
    una sensación extraña poco definida.
     
    *Vértigos:* en casos extremos, los pacientes acuden con fuertes episodios de
    vértigo, que dominan la escena. Incluso en éstos casos el dolor de cabeza y
    los acúfenos pasan a un segundo o tercer plano. Pero si preguntamos al
    paciente como estaba unos días antes del episodio de vértigo nos dirá que se
    hallaba con cefalea, acufenos, mareos, contractura de nuca, etc.
     
    El descartar una patología de oido que produzca acufenos e hipoacusia es
    importante en el diagnóstico diferencial del sindrome tensional, ya que
    excluye patologías óticas. sin embargo, un sindrome tensional puede
    hallarse concomitantemente a una patología de oido. Es decir que un paciente
    puede enfermarse del oido y también hacer un sindrome tensional.
     
     
     
    Con esos elementos, ya caracterizados, estamos en condiciones de
    afirmar si una persona padece o no de sindrome tensional. Naturalmente el
    leer éstas líneas ayuda a ello, pero nada suplanta a la experiencia vivida
    al lado de un médico que conoce en profundidad esta enfermedad y le enseña a
    otros la forma de investigarlo en presencia de pacientes.
     
    Ahora es hora de averiguar cual es la causal del sindrome tensional. Para
    ello hay preguntas simples que desnudan causas también simples:
     
     
     
    *Colchon de resortes:* Se le pregunta si está durmiendo en colchón de
    resortes, en caso afirmativo, se le pregunta si lo hace desde hace 6 o menos
    meses. Si la respuesta es afirmativa, estamos ante una de las causas del
    sindrome tensional. Hay personas que por características físicas que exceden
    este artículo son proclives a sufrir los efectos nocivos de un colchon de
    resortes. El colchon de resortes tiene por característica que empuja al
    cuerpo hacia arriba en las partes mas livianas del tórax. Los pacientes
    sienten que les duele la zona baja del tórax en su union con la cintura por
    la parte de atrás mientras están en cama. Al levantarse y caminar por
    espacio de diez minutos se les va el dolor. Sin embargo, ésto, día tras día
    va generando alteraciones ósteomusculares importantes y entre los 3 y 6
    meses hace eclosión, generando un sindrome tensional o vértigo asociado al
    mismo.
     
     
     
    *Colchón de alta densidad:* un cuadro similar sucede cuando el paciente
    duerme en colchones de 18 o más cm. de altura y de espuma de alta densidad.
    El cuadro no es tan importante como en el caso del de resortes pero también
    genera trastornos. Son colchones sumamente duros, que con el uso no se
    ablandan en forma uniforme, sino que tienden a producir deformidades como
    molde del cuerpo, obligando al sujeto a dormir en ese 'nicho'. Esta forma de
    dormir en un 'nicho' impide al cuerpo movilizarse y repartir los efectos
    perjudiciales de la cama. Este tipo de perjuicios se produce a los rtres
    meses de uso de un producto nuevo, pero no alcanza la intensidad de los
    trastornos que producen los de resortes.
     
     
     
    *Almohadas duras y/o altas:* las almohadas de espuma altas, anchas y duras
    son también causales de contracturas cervicales.
     
    Tanto en el caso de los colchones como en el de las almohadas, la
    musculatura cerviconucal, la de los músculos masticatorios, la de los
    hombros y la musculatura de la espalda en general se contractura lo cual se
    traduce en compresión de la columna vertebral cervical y dorsal. Esto
    produce un atrapamiento de los nervios que salen entre las vértebras lo cual
    como vimos determina neuralgias. Pero la contractura por si mismo genera
    dolor de una magnitud e importancia muy grandes.
     
    Además, los músculos masticatorios producen disfunción de la articulacion
    temporomandibular, que se expresa por click mandibular cuando se abre y
    cierra la boca, y también por dolor de la musculatura de la mandibula.
    Muchos pacientes se 'enteran' de la disfunción cuando en el consultorio le
    hacemos abrir la boca y detectamos el click mandibular. Posteriormente si
    se ingnora ese padecimiento el paciente puede sufrir luxación de mandibula
    al bostezar o fuertes dolores de oido (reflejos por contractura muscular
    mandibular) o algias faciales que se extienden más allá de la mandibula y el
    oido confundiendo a los poco avezados.
     
    Todos estos síntomas van asociados a una disminución de la memoria, de la
    concentración, de la sociabilidad y a una adinamia (falta de ganas para
    hacer las cosas).
     
    Pero continuemos con las causas. Otra gran causa que se reconoce en éstos
    pacientes es la falta de ejercicio. La gran mayoria de ellos son
    oficinistas, caminan poco en su lugar de trabajo, permanecen sentados mucho
    tiempo y hacen una vida sedentaria.
     
    La falta de ejercicio y el trabajo de oficina lleva a un desentrenamiento de
    ciertas masas musculares por lo cual otros grupos musculares se ven
    afectados al faltar la armonia necesaria. También repercute en la postura lo
    cual contribuye más aun a incrementar la contractura muscular. El final de
    todo es una contractura que se retroalimenta permanentemente por diversas
    causas.
     
     
     
    Finalmente, unas palabras sobre el tratamiento:
     
    Ante todo, si se trata de cambiar el colchón, se debe proceder de inmediato,
    eso es la misma noche en que el paciente es diagnosticado, debe recurrir a
    dormir sobre otro colchón, e incluso si duerme en pareja en una cama
    matrimonial puede ser necesario esa noche y hasta tanto se resuelva el
    problema del colchón, dormir en una cama para una persona. En general las
    camas individuales son más saludables que las matrimoniales porque permiten
    a las personas mayor movilidad y por lo tanto producen menos contracturas.
     
    Un colchón de espuma de poliuretano viejo es muchas veces mucho más
    saludable que los otros que hemos visto anteriormente. Claro está que lo
    recomendable es un colchón adecuado nuevo y que se renueve anualmente por
    otro.
     
    También deberá cambiar la almohada por una baja, blanda (que no sea de
    espuma de poliuretano). Debe ser de pluma o de guata.
     
    La almohada no debe ser ancha ni alta, y debe ser muy blanda. Si no
    consigue, de momento es mejor dormir con un tohallón doblado varias veces
    para dar una altura igual a la mitad que existe entre la cabeza y la cama en
    posición de costado.
     
    Caminatas: debe al menos caminar tres veces por semana durante espacio de
    media hora por vez, a paso ágil pero no exigido. Posterior a la caminata
    hará estrictamente e inevitablemente elongaciones de piernas (de
    pantorrillas, de abductores, de cuadriceps, musculatura posterior de muslo),
    de espinales y de abdominales. También complementará con elongaciones de
    cuello en extensión y rotación.
     
    No cenará de noche o lo hará muy temprano y muy liviano, de modo de tener un
    sueño reparador no influenciado por una comida copiosa y cercana a la hora
    de acostarse. Tampoco beberá bebidas alcohólicas de noche. Sólo beberá agua.
     
    A nivel de mandíbula, primero calentará los musculos para ablandarlos
    colocandose en la cavidad oral agua lo mas caliente posible (sin quemarse),
    procediendo a hacer buches durante unos minutos. Posteriormente con el dedo
    indice de una mano se masajeará los músculos masticatorios suavemente. Para
    ello lo deslizará rozando los dientes superiores o inferiores de un lado
    hasta tocar el hueso mandibular. Posterior a ello, hacia adentro del hueso y
    hacia afuera encontrara musculos que deberá masajear con suaves movimientos
    y con una leve presión sobre ellos. Estos musculos en pacientes muy
    afectados dolerán al tacto las primeras veces. Esto es signo de afección y
    contractura muscular.
     
    Almohadilla térmica: el uso de almohadillas térmicas conectadas a energía
    eléctrica son de utilidad para combatir las contracturas y disminuyen el
    consumo de medicamentos.
     
    Elongaciones periódicas: cada media hora en el trabajo, en la oficina o
    cuando está en posturas sedentarias, elongará los hombros y el cuello.
     
    Ejercicios tonificadores: mediante el uso de una mancuerna liviana, hará
    ejercicios de brazos y hombros, con su correspondiente elongación ulterior.
     
     
     
    Miorelajantes: en los primeros días el uso de miorelajantes es de utilidad
    para ayudar a tener un bienestar inmediato.
     
     
     
    ESTAS RECOMENDACIONES DEBE LLEVARLAS A CABO BAJO LA SUPERVISION DE UN MEDICO
    Y DE LOS PROFESIONALES QUE ÉSTE CREA NECESARIO. NO DEBEN LLEVARSE A CABO EN
    FORMA UNILATERAL SIN SUPERVISION. EL OBJETIVO DE ESTE ARTICULO ES OTORGAR
    INFORMACION PARA UNA MAYOR COMPRENSION DEL TEMA Y NO BUSCA REEMPLAZAR AL
    MEDICO. SE DESACONSEJA TOTALMENTE COMENZAR UN TRATAMIENTO SIN SUPERVISION.
     
     
     
    Dr. Leandro Loiácon
     
    Fuente:
    http://www.alfinal.com/orl/tensional.php
     
    <http://www.alfinal.com/orl/tensional.php>