Lima.- El dolor puede ser un buen amigo porque es un eficaz indicador de un daño inminente. Imaginemos a una persona que carece de sensación al dolor y se quema la mano. No podrá determinar la gravedad de su lesión arriesgando su integridad física.
“El dolor nos avisa que debemos buscar ayuda médica y solucionar un problema potencial, explica el doctor, José Luis Alfaro, médico reumatólogo del Hospital Guillermo Almenara. Sin embargo, en ciertas enfermedades crónicas como la artritis reumatoide la sensación de dolor puede convertirse en una verdadera tortura, por lo que recomienda prestarle mucha atención.
“Toda persona con dolor articular debe buscar ayuda de un especialista, en este caso del reumatólogo, para definir el diagnóstico y recibir el tratamiento respectivo lo más temprano posible, porque el dolor crónico nunca debe considerarse como parte natural en alguna etapa de la vida”, señala.
En el Perú, el 0.5% de la población tiene artritis reumatoide, siendo las mujeres entre 40 y 60 años las más propensas a padecerla. Esta enfermedad afecta las articulaciones pequeñas particularmente en manos y pies pero también puede hacerlo en articulaciones grandes como rodillas y cadera.
En ciertos casos los pacientes confunden el dolor con otras enfermedades como la tendinitis o la fibromialgia. Sin embargo, una característica de la artritis reumatoide es que puede ser parte de múltiples enfermedades, como infecciones virales (hepatitis), infecciones bacterianas (brucelosis), e incluso algunos tipos de cáncer (linfoma o cáncer a los ganglios).
De allí la importancia del diagnóstico temprano. Lo recomendable es detectar la artritis dentro de los tres primeros meses de presentado el síntoma del dolor para evitar complicaciones futuras, como la discapacidad. También para retardar o detener el proceso de la enfermedad, mantener la función de las articulaciones y conservar una vida productiva personal y laboral.
A lo largo de los años la ciencia médica ha desarrollado para los pacientes con artritis reumatoide una amplia gama de medicamentos para reducir el dolor, anti-inflamatorios, antirreumáticos y otros fármacos. Lo más reciente es la terapia biológica que trabaja con el sistema inmunológico del organismo para controlar la inflamación y ha probado ser muy eficaz para detener el daño articular progresivo y modificar el curso de la enfermedad.
Sin embargo, el especialista reitera la importancia de identificar la enfermedad lo más temprano posible para controlarla debidamente. Igualmente se recomienda practicar con regularidad ejercicios que no demanden mucho esfuerzo, como por ejemplo el tai chi que ha demostrado mejorar la función articular, la coordinación y disminuir el dolor en las labores cotidianas.
“Toda persona con dolor articular debe buscar ayuda de un especialista, en este caso del reumatólogo, para definir el diagnóstico y recibir el tratamiento respectivo lo más temprano posible, porque el dolor crónico nunca debe considerarse como parte natural en alguna etapa de la vida”, señala.
En el Perú, el 0.5% de la población tiene artritis reumatoide, siendo las mujeres entre 40 y 60 años las más propensas a padecerla. Esta enfermedad afecta las articulaciones pequeñas particularmente en manos y pies pero también puede hacerlo en articulaciones grandes como rodillas y cadera.
En ciertos casos los pacientes confunden el dolor con otras enfermedades como la tendinitis o la fibromialgia. Sin embargo, una característica de la artritis reumatoide es que puede ser parte de múltiples enfermedades, como infecciones virales (hepatitis), infecciones bacterianas (brucelosis), e incluso algunos tipos de cáncer (linfoma o cáncer a los ganglios).
De allí la importancia del diagnóstico temprano. Lo recomendable es detectar la artritis dentro de los tres primeros meses de presentado el síntoma del dolor para evitar complicaciones futuras, como la discapacidad. También para retardar o detener el proceso de la enfermedad, mantener la función de las articulaciones y conservar una vida productiva personal y laboral.
A lo largo de los años la ciencia médica ha desarrollado para los pacientes con artritis reumatoide una amplia gama de medicamentos para reducir el dolor, anti-inflamatorios, antirreumáticos y otros fármacos. Lo más reciente es la terapia biológica que trabaja con el sistema inmunológico del organismo para controlar la inflamación y ha probado ser muy eficaz para detener el daño articular progresivo y modificar el curso de la enfermedad.
Sin embargo, el especialista reitera la importancia de identificar la enfermedad lo más temprano posible para controlarla debidamente. Igualmente se recomienda practicar con regularidad ejercicios que no demanden mucho esfuerzo, como por ejemplo el tai chi que ha demostrado mejorar la función articular, la coordinación y disminuir el dolor en las labores cotidianas.
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